Datos personales

Capital Federal, Buenos Aires, Argentina
Adherente de la Asociacion Argentina de Salud Mental.(AASM). Miembro del equipo de Salud Mental del Centro de Salud Comunitaria N°36. Hospital Dalmacio Velez Sarsfield. Ex-miembro del Consejo de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes. Defensoria de niñ@s y adolescentes. Psicologa Clínica en consultorio Posgrado en Clínica Psicoanalítica. ICBA - EOL. Posgrado en Clínica psicoanalítica de niños y adolescentes. Fundación Espacio Analítico. Capital Zona Villa del Parque/ Villa Devoto/ Santa Rita/Monte Castro/Flores/Floresta/1° Junta/Caballito/Almagro. Movil para consultas: 155-606-5438.

jueves, 10 de octubre de 2013

sábado, 26 de enero de 2013

¿Por qué peleamos cuando peleamos?

Muchas veces, las discusiones más enardecidas surgen por temas sin importancia. ¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la pelea detrás de la pelea? Por Isabel Martinez de Campos. Ilustración de Maite Ortiz.

Martín llega a su casa después de un largo día de trabajo y prende la computadora. María está de acá para allá bañando a uno de los chicos al tiempo que ayuda al otro con la tarea. De repente, desde su computadora Martín grita: “María, ¿hay yogur en la heladera?”. María contesta furiosa: “¿Por qué no te fijás vos? ¿No ves que estoy bañando a los chicos?”. Él pregunta: “¿Qué te pasa? ¿Estás de mal humor”. Y María, cada vez más enojada, reacciona: “¿No ves que no registrás nada? ¿No te das cuenta de que estoy a mil y solo pensás en vos?”. De ahí en más, se produce una pelea que va en aumento y que partió de algo tan simple como una pregunta por un yogur.

Cuando en la vida cotidiana, y sobre todo en el marco de la convivencia, peleamos sin tregua por cosas que a la vista parecen insignificantes, en realidad estamos peleando por mucho más, aseguran los expertos. “Detrás de estas riñas hay siempre una demanda de amor”, explica la psicóloga de pareja Alicia de La Fuente.

Detalles de la convivencia, como que nos saque nuestra parte de la frazada cuando dormimos, deje por enésima vez las medias sucias de fútbol tiradas en el piso, nos haga esperar abajo quince minutos cuando arreglamos salir a comer juntos o se instale dos horas en el baño cuando tenemos que ir a trabajar, pueden convertirse en la punta del ovillo de una batalla campal que esconde, en el fondo, viejos rencores, recuerdos inconscientes de nuestra historia familiar, luchas de poder o hasta un pedido de atención y cuidado.

Pequeñas riñas de la vida conyugal

Las simples peleas resultan, a veces, pequeños diques tras los cuales se esconden grandes canales de enojo y frustración. “Solemos encontrar tras ellas la furia contenida por lo que el otro no es o no da, porque no quiere o no puede”, opina la licenciada Silvina Forbes, supervisora docente del equipo de Familia y Pareja del Centro Dos.

Frases tan presentes en estas disputas como “¿No te das cuenta de que no me registrás?”, “Te metés todo el tiempo con mi familia”, “Vos siempre con el mismo rollo”, “¿Ves que no cuidás las cosas?”, “Te importa más el trabajo que yo; los chicos que yo” suelen describir sentimientos profundos que vale la pena analizar, ya que enmascaran la necesidad de ser reconocidos, respetados, mirados y valorados por la pareja.

“Las discusiones pueden enmascarar la defensa de modelos familiares, valores culturales o luchas de poder. Así, por ejemplo, reprocharle al otro que está todo el tiempo hablando por celular o discutir acerca de quién se levanta a calmar al bebé a la madrugada pueden estar denunciando una lucha más profunda acerca de temas como cuál es la disponibilidad que un sujeto debe o quiere tener hacia su pareja o qué modelos familiares de ser padre o de ser madre están en juego para cada quien”, explica la licenciada Forbes.

Y en ese sentido, vale recordar que un simple intercambio de palabras puede traer toda la fuerza de la historia personal. Así, es común atribuir a lo que el otro dice intenciones y tonos que, en verdad, no son del interlocutor, sino que hunden sus raíces en otras escenas. “Tendemos a escuchar desde el lugar que nuestros padres nos han otorgado, como ser el que siempre armoniza, ser el peleador, el que va al frente. Acercarnos a una lectura de esos puntos de repetición donde algo queda fijado puede permitirnos hacer un trabajo que nos ayude a cambiar. Es interesante pensar, entonces, cuál es la posición en la que nos ubicamos al discutir. Alguien podrá decir, por ejemplo: “Siempre me termino callando” o “Ella no dice nada y yo me saco”, sugiere Silvina Forbes.

Pero esto no es todo. Según la especialista, en las discusiones muchas veces esperamos, sin darnos cuenta, que sea el otro quien cargue con la difícil tarea de resolver algún malestar propio.

“La intimidad de la pareja, por la proximidad que genera, es un escenario donde, amparándose en cualquier reclamo insignificante, se puede delegar en el otro la responsabilidad de las propias desventuras. Estar juntos no tiene por qué ser sinónimo de sacrificarse juntos, soportando por turnos la desazón ajena”, afirma Forbes.

El valor de hacerse cargo

¿Cuántas veces nos despertamos malhumorados, con ganas de descargar la bronca donde sea? ¿Cuántas otras nos levantamos irascibles, sensibles o callados, sin siquiera aguantarnos a nosotras mismas, pero en cuanto aparece un otro, que no se alinea con lo que sentimos, explota lo contenido y se genera la pelea?

“Las peleas o desencuentros que vivimos nos hacen visible la incomodidad de lo que sentimos. Pero lo más difícil es develar profunda y sinceramente qué sentimos, qué nos molesta en realidad. En general, las personas estamos más paradas en creer saber qué es lo que nos pasa, que en lo que pasa en realidad. Tenemos una idea, una sensación, una explicación racional, pero muchas veces esta dista muchísimo de lo que se activa en el sentir profundo”, explica Jorgelina Bruset, consultora, directora de Criando Encuentros, entidad que ayuda a familias a fomentar vínculos sanos.

Cuando no tenemos claridad emocional, ni tampoco una mirada sincera y profunda sobre nosotros mismos ni sobre nuestras capacidades e incapacidades emocionales, hacemos pedidos desplazados. “Son pedidos o peleas que no resuelven, no calman la necesidad y la angustia que sentimos, porque, en realidad, nos cuesta conectarnos con lo que necesitamos profundamente, nos cuesta verlo, y, entonces, nos ponemos en guardia, nos quedamos en la pelea, en el enojo, en el silencio, y lo usamos como refugio. Así no hay intercambio, no hay acuerdo”, resalta Jorgelina Bruset.

Para entenderlo, podemos aplicar un ejemplo de la vida diaria. Estuvimos todo el día corriendo: cumpleaños, compras, trabajo, tarea. Llegamos a casa agotadas al fin del día y llega nuestro marido de trabajar, también cansado de haber lidiado todo el día con sus asuntos y preocupaciones. Abre la puerta de casa, se sienta en el sillón, prende la TV, se relaja y pide: “Gorda, ¿me traés…?”. La catarata de pedidos y reclamos que empezamos a gritar es interminable, nos enojamos, nos peleamos, nos angustiamos. Él nos mira y piensa. “Si solo pedí un vaso de agua... No estuve en todo el día. ¿Qué le pasa?”. Y explota la pelea.

“En este caso, tan común en todas las parejas, lo ideal sería poder poner en palabras lo que nos pasa. Contarle lo agotadas, lo solas, lo ahogadas que nos sentimos en el día; que el trajín con los chicos es eterno y que cuando él llega necesitamos que solo nos diga: ‘¿En qué te puedo ayudar? ¿Como estuvo tu día? ¿Qué necesitas de mí?’. Explicarle que esas palabras mágicas nos cambiarían el día, el humor, bajarían automáticamente la demanda y la necesidad de descarga”, explica Bruset.

Para poder contarle al otro aquello que necesitamos y nos pasa, es necesario tener registro de lo que sentimos. Y esto solo se logra mirando para adentro, conectándonos con nuestro ser interior.

La aventura de buscar acuerdos

Por último, a la hora de discutir, es importante recordar que, como asegura Alicia de La Fuente: “Para pelearse se necesitan dos. ¿Por qué pelea la gente? Porque ambas partes quieren tener razón. Así no se llega a acuerdos. Jamás se puede conciliar desde posiciones fijas”.

Para poder acordar, es necesario escucharse, sacar el ego del medio, y abrirse al amor, a la vulnerabilidad, a la presencia del otro. “Es importante aceptar que el otro no es mío, y debemos alojarlo; entender que vivir con otro es aceptar lo imprevisto, no poder hacer siempre lo que yo quiero”, explica Janine Puget, reconocida psicoanalista francesa radicada en la Argentina, miembro titular de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires y autora de varios libros sobre la pareja.

La especialista aclara que las cuestiones intrascendentes adquieren importancia cuando lo que se pone en juego es el ejercicio de poder en la relación. “Por eso, es importante recuperar el diálogo. De este modo, reconocemos que nuestro interlocutor es diferente de nosotros, que es válido que así sea. Cuando respetamos esa diferencia, nos damos cuenta de que no sabemos todo del otro, con lo que perdemos la ilusión de completitud, las certezas, pero abrimos nuestro ser al otro, para seguir conociéndonos en las distintas circunstancias de la vida”, afirma la licenciada Susana Seré, de la Fundación Familias y Parejas, docente de la maestría en Terapia Sistémico-Relacional de la UBA.

Los reproches surgen cuando no aceptamos las diferencias mutuas, y lo cual exige una madurez emocional y espiritual. “Cuando tenemos esas pequeñas riñas cotidianas, nos cuesta aceptar la presencia de nuestra pareja como diferente a nosotros. Esto suele generar reproches: ‘¿Por qué no hacés esto? ¿Por qué decidís esto si yo quiero decidir otra cosa?’. Las molestias pueden surgir por cualquier cosa, por algo que nos molesta de su manera de ser o su forma de pensar. Aceptar la diferencia es la clave del amor. Conectarse con el otro es escucharlo, intercambiar, no exigir ser iguales o pensar igual. Muchas parejas creen que llevarse bien es pensar lo mismo y, de alguna manera, anular las diferencias. La curiosidad en una pareja se mantiene viva cuando hacemos algo con esa diferencia inevitable que hay entre dos personas. Llevarse bien es saber que el otro es diferente y que esto es, precisamente, lo que da vitalidad a la relación. ¿Qué vuelve vital una relación? Que pase algo”, concluye Puget.

Claves para fortalecer la pareja

• Aceptar que la vida en común es enteramente responsabilidad de ambos. No esperar que el otro miembro de la pareja nos haga feliz. La propia felicidad depende de cada uno.

• Saber que no hay que resolver la vida de la otra persona, buscándole soluciones, dándole consejos y marcándole las pautas de cómo debe vivir.

• Aprender a escuchar. Para eso, hay que dejar lo que uno está haciendo, vaciarse de otros pensamientos que distraigan la atención e intentar colocarse en el lugar del otro, para entender cómo se siente.

• Aprender a dialogar. La opinión de cada uno, su forma de entender y de aprehender la realidad no son la verdad absoluta, sino solo la propia.

• Aprender a consensuar. Lo mío y lo tuyo han de ser tenidos en cuenta y debatidos para poder llegar a definir “lo nuestro”.

• Aprender a compartir. Darse el uno al otro: preguntar cómo se encuentra, qué le incomoda, qué quiere y desea.

• Aprender a pedir. Compartir la vulnerabilidad es la mejor muestra de amor, es abrir la intimidad al otro.

• Dedicar tiempo específico a la pareja.

• Compartir hobbies, tiempos lúdicos, fantasías e ilusiones, al igual que acompañarse en los momentos tristes, duros y penosos.

• Compartir la economía. Esto forma parte de la relación de pareja.

• Aprender a sacar lo positivo de los conflictos y las crisis, para conocer más de sí mismos, ver qué necesita cada uno y cuál es el dolor que suscita en la pareja. Que los conflictos sean trampolín de desarrollo y no de estancamiento que no lleva a ninguna parte. Hablar cuanto sea necesario, para que el problema no quede enquistado. No hay mayor desastre que el silencio.

• Mimar con orgullo a la pareja. El sexo, las caricias y el “te quiero” deben decirse; hay que explicitarlos. No valen los sobreentendidos.

domingo, 9 de diciembre de 2012

QUE LUGAR LE ADJUDICA EL PSICOANALISIS A LA HOMOSEXUALIDAD

 

Tendencias, conflictos y rasgos

Freud esclareció el fundamento de la comunidad humana, de la sociedad, en el llamado lazo homosexual. Lo mismo y lo otro. Lacan eleva esta génesis del discurso a una lógica que coloca la cuestión del sexo en la interrogación acerca del Otro sexo.
 
 
 Por Marcela Varela
 
Hablar de homosexualidad en esta época en la que la producción bibliográfica acerca del género es vedette en sitios de internet y librerías, es confesión en programas de televisión, es discusión en el ámbito jurídico, es objeto de mercado, es atractivo turístico, es ocasión también para preguntarnos qué lugar le adjudica el Psicoanálisis a la homosexualidad. Freud esclareció el fundamento de la comunidad humana, de la sociedad, en el llamado lazo homosexual. Lo social es lazo homosexual. En la estructura de masa, como ejemplo paradigmático de la sociedad, Freud despeja los hilos que la sostienen unida en esos lazos simultáneos: de cada uno de sus individuos al lugar del ideal y el vínculo que eso funda entre ellos. El análisis posibilita otro modo de estar en lo social.
 
El prefijo homo significa en sus diferentes orígenes tanto igual, mismo, como hombre. No descuidamos que la palabra homosexual, generalmente, califica tendencias, conflictos, rasgos, caracteres, elecciones, posiciones y alude a una práctica sexual. Pero la particularidad que como analistas ubicamos es el hecho de escuchar que quienes comparten la relación a un ideal que toma un valor absoluto, eso los homosexualiza independientemente de sus prácticas en la cama. En el modo de hablar que nos afecta a los seres humanos se escucha nuestro modo de relación, de vinculación, cada modo de hablar establece un lazo social y no otro.

Esto no es nuevo, lo sabemos, modos de hablar que hacen época, ¿quién no lo ha dicho? La frecuencia con que se emplea una voz, un vocablo o una expresión definieron, dieron nombre a muchas épocas. El Preciosismo, movimiento social y cultural del siglo XVII, el sistema o ideología de Las Preciosas, guardianas del Amor Ideal; toma su nombre del uso que hacían del termino "précieux" (valioso en francés) pero usado con la connotación española de "bonito, lindo". Sus características nos delinean su modo de relación y su ideal: el valor de la última moda, la galantería, el refinamiento, la apariencia, los títulos sociales, el dinero, los retratos morales y sus máximas, la exaltación de una idea platónica del amor así como del "hombre perfecto". Los preciosos, debían comportarse de acuerdo a estos cánones que incluían ganarse el aprecio, respeto y admiración de las mujeres. Esto provocaba, a veces, la reducción del número de hombres e incluso su expulsión. Creerse provistas del poder de manejar el lenguaje, guardianas del lenguaje, salvadas según un código moral de los problemas entre hombres y mujeres, entre hombres y hombres, entre mujeres y mujeres, sin lugar a incertidumbres, a equivocación, con la ilusión de definirse a si mismas/os basándose únicamente en la evaluación de la relación con otros.

La comedia representa las confusiones que se establecen en la relación del hombre con la palabra, de allí Moliere con sus Preciosas Ridículas. La comedia de la vida cotidiana de los sexos, ¡mismo sexo o sexo opuesto! El trabajo con la lengua es siempre el orden que nos ubica a los seres hablantes, se suele decir mismo sexo y sexo opuesto cuando en realidad mismo sexo a lo que se opone es a otro sexo (hétero﷓otro). Lo mismo y lo otro. Lacan eleva esta génesis del discurso a una lógica que coloca la cuestión del sexo en la interrogación acerca del Otro sexo, independientemente de la anatomía, la genética y la elección de objeto que tienen su importancia en otras coordenadas que las que nos convocan en este texto.

De vez en cuando Las preciosas se encontraban asaltadas, molestadas por alguna mirada inesperada, como hoy en este mundo tan omnivoyeur, ¡sin embargo la mirada a veces hace apariciones inesperadas! Mirada que puede ser una palabra, un ruido, un pensamiento, un síntoma, una equivocación, y entonces lo otro que lo igual, que lo mismo, entra en escena. Cada quien podrá ir perfilando, reconociendo preciosas y preciosos en nuestro mundo de hoy.

* Analista Miembro de freudianas Institución de Psicoanálisis.

martes, 3 de julio de 2012

Corrientes: •Informes periciales. •Psicoanálisis. •Psicoanálisis lacaniano. •Psicología Forense. •Psicología forense (jurídica). •Psicología infantil. •Psicoterapia psicoanalítica. •Sexología. •Terapia breve estratégica. •Terapia breve psicoanalítica. •Terapia energética - emocional. Tratamiento de: •Angustia. •Anorexia, Bulimia y Obesidad. •Ansiedad, Estrés. •Conductas Adictivas, Ludopatía. •Dependencia emocional. •Depresión. •Dificultades adopción. •Dificultades del Aprendizaje. •Disfonías. •Disfunciones sexuales. •Duelos y pérdidas. •Educación Hijos, Orientación Profesional. •Estrés Postraumático. •Fobias. •Hiperactividad - Déficit Atención. •Histeria. •Inhibición. •Inseguridad, Autoestima. •Internet, vida online. •Miedo a Hablar en Público, Timidez. •Neurosis obsesiva. •Orientación - Identidad sexual. •Pánico. •Problemas de la Memoria. •Programas de Psicoestimulación. •Relación de pareja. •Relaciones sociales. •Tabaquismo. Dejar de Fumar. •Trastornos de la Personalidad. •Trastornos del sueño - Insomnio. •Trastornos enfermedad crónica. •Trastornos Obsesivos Compulsivos. Dirigido a: Niños, Adolescentes, Adultos, Mayores. Tipo: Terapia individual, Terapia de pareja, Terapia familiar. Atiende en: Castellano.

lunes, 8 de febrero de 2010

Fundacion una vida mejor

Invita al TALLER:

COMO SALIR DEL PELIGRO DE LAS DROGAS Y EL ALCOHOL.

Prevención y Rehabilitación de drogadependientes y alcohólicos.


Dirigido a padres, jóvenes y adolescentes en riesgo, personas que trabajan en la problemática de la rehabilitación.


Día: Sábado 13 de marzo 2010
Hora: 17
Duracion: 2 hs.

Disertantes:
Dr. Gabriel Flores Ciani.
Dra. Cecilia de Flores.
(Médicos psicoterapeutas psiquiatras)

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

Fundación Una Vida Mejor
Warnes 2222 Ciudad de Buenos Aires
Teléfono 4554-3993
www.unavidamejor.org.ar

viernes, 14 de noviembre de 2008

LA SOLEDAD DE LOS NIÑOS.

Por Lic. Marcela. M. Cortés

Una de las mayores preocupaciones de los padres de hoy, creo yo que la mayor, es el poco tiempo que pasan con sus hijos.
El horario de trabajo les impide compartir las horas suficientes con sus hijos. En muchas familias los padres apenas coinciden con ellos un par de horas al día, en otras, ni siquiera eso. Se van cuando se levantan y llegan cuando ya están dormidos. ¿Es eso lo que queremos? Seguro que no, pero la gran mayoría no tiene elección.
Unas políticas eficientes realmente dirigidas a la conciliación familiar y enfocadas a las necesidades del niño no radican en aumentar las horas o vacantes en los Jardines Maternales, sino entre otras cosas en flexibilizar los horarios laborales de los trabajadores con hijos. Parece perderse el foco de que primero se es padre y madre y después trabajador.
Pareciera que nadie se detiene en ello, deberían considerar este tema las políticas públicas, con la finalidad de coordinar medidas. Dichas medidas deberían ser elaboradas conjuntamente con los consejeros en materia de Niñez y Adolescencia de la comunidad de nuestra Ciudad de Buenos Aires y en torno a la totalidad de nuestro país. En otros países como España ya existe una importante alerta sobre los peligros que suponen para los niños los horarios de trabajo de los padres, sin embrago aún ni siquiera en el Primer Mundo ha sido posible poner en práctica alguna intervención.
Pienso que la soledad de los hijos deriva en problemas como obesidad, depresión, adicciones, o futuros padres que se sienten incapaces de cumplir con esa función. En general los padres no toman verdadera conciencia de la gravedad de la situación, es una aberración no compartir con tu hijo ni un minuto durante todo el día, muchos padres creen que con tenerlos bien alimentados es suficiente, pero por otra parte, muchos padres se encuentran en la encrucijada de dejar a sus hijos al cuidado de otros, simplemente porque no les queda otra alternativa. Ya que este sistema económico exige cierta cantidad de horas laborales no coincidentes con la protección de los derechos de nuestras familias.
Para aquellos que quieran plasmar sus propuestas o sugerencias como, por ejemplo, hacer coincidir los horarios de padres e hijos, más ayudas económicas a las familias para que la maternidad no sea un problema, igualdad de derechos entre padres y madres, que uno de los dos padres esté siempre en casa en los horarios no cubiertos por el horario escolar etc, pueden hacerlo por medio de este Blog.
Esperemos que alguien empiece a escuchar porque lo considero un problema verdaderamente importante.

martes, 12 de agosto de 2008

EL PEQUEÑO GRUPO MONOSINTOMATICO DE ATAQUE DE PANICO

X JORNADAS EOL ROSARIO

EL PEQUEÑO GRUPO MONOSINTOMÁTICO DE ATAQUE DE PÁNICO

En el libro “La Urgencia Generalizada”, Guillermo Belaga dice en la presentación: “¿Cómo se manifiestan en las consultas cotidianas, como subyacen los nuevos síntomas?. En este sentido, la “incertidumbre fabricada” está en el relato de los pedidos de atención ligados a lo contingente, al acontecimiento, a la urgencia. Mientras que el otro se deduce de lo que llamaríamos “el delirio de identidad” expresado en el “soy toxicómano”, “soy anoréxico”, “soy normal”, etc”. Luego dirá que “el delirio de identidad implica de por sí situarse fuera del Otro ...es la ligazón del sujeto a un goce de la identidad que hace obstáculo a que se produzca un pasaje al Otro, lo que explica también el problema para la entrada en tratamiento de estos sujetos”.
El Grupo monosintomático tiene sus raíces en la época del Otro que no existe, lo que permite una identificación horizontal y anónima al grupo. Es por este motivo que se podría considerar a lo monosintomático como una respuesta social a la inconsistencia del Otro, obteniendo el sujeto una identificación que borra cualquier posibilidad de rasgo particular, dando lugar a una paradoja de la época en la cual el individualismo coincide con el máximo de universalismo. Esta particular paradoja abre la interrogación de cómo el psicoanálisis puede intervenir o actuar para producir la división subjetiva.
El Pequeño Grupo Monosintomático de Ataque de Pánico es un dispositivo clínico que funciona en el Hospital Central de San Isidro, trabaja junto con el equipo de admisión y se ofrece como un espacio posible para alojar un padecimiento denominado “ataque de pánico”. El modelo de este dispositivo clínico es tomado de una experiencia que se lleva a cabo en Italia para el tratamiento de trastornos alimentarios realizado por Massimo Recalcati.
En nuestra experiencia el equipo de admisión recibe la demanda al Otro de la Institución Hospital y es quien, de alguna manera, favorece que la identificación con la que viene el paciente se conserve y no se conserve a la vez, ya que le hace saber al paciente que va a participar de un grupo en el que los participantes padecen de lo mismo. De esta manera, lo que hasta ahora era una identificación anónima y dispersa en lo Social, se transforma en un pequeño grupo que funciona en determinado día y hora, y con determinado número de integrantes, no más de cinco.
De esta manera es cómo el analista recibe al grupo monosintomático que tiene además la característica de ser un grupo semiabierto ya que pueden ir ingresando pacientes en distintos momentos y la salida es uno por uno. Esta particularidad del grupo de alguna manera anticipa que la salida no es por vía de conservar la identificación sino que, por el contrario, se trata de ir favoreciendo el tiempo de comprender y el tiempo de concluir.
Luego de la intervención que realiza el profesional del equipo de admisión, el analista apuntará a producir un vaciamiento de la identificación y contará con un operador privilegiado que es el deseo del analista apelando a los significantes propios de cada paciente. Hay una definición del deseo del analista que hace J. A. Miller en la “Teoría de Turín” que resulta muy pertinente para el trabajo con el pequeño grupo: “Este deseo, no es por ello un deseo puro. Es el deseo de separar el sujeto de los significantes amos que lo colectivizan, de aislar su diferencia absoluta, de circunscribir la soledad subjetiva, y también el objeto plus de gozar que se sostiene de ese vacío y lo colma a la vez”.
Por otra parte y en ese mismo texto J. A. Miller se refiere a que el grupo (la Escuela) es interpretable y que el lugar del Ideal, en un grupo es un lugar de enunciación. “A partir de allí pueden concebirse, practicarse dos modos diferentes de enunciación. Hay un discurso que consiste en oponer “nosotros” a “ellos”... intensificando la alineación subjetiva al Ideal. Pero desde el lugar del Ideal puede emitirse un discurso inverso, que consiste en enunciar interpretaciones. Interpretar el grupo es disociarlo y remitir a cada uno de los miembros de la comunidad a su soledad, a la soledad de su relación al Ideal. ...El segundo discurso es interpretativo y desmasificante. Es un análisis de la sugestión del grupo”.
Antes de iniciar el trabajo clínico del dispositivo hemos definido las pautas con las que el equipo de admisión derivaría pacientes para este espacio:
1- 1- Podrían participar del dispositivo aquellas personas que autodefinieran su padecer como “ataque de pánico”.
2- 2- El equipo de admisión debería verificar estructura de neurosis. No agrupamos ni por sexo ni por edad.
3- 3- El pequeño grupo no contaría con más de 5 personas.

Si bien el pequeño grupo favorece la identificación horizontal entre los integrantes y esto permite de alguna manera cierto efecto terapéutico. En nuestra experiencia entendemos que el relato tiene una erótica que produce al paciente una pacificación subjetiva importante. Podría compararse a lo que dice Jean Allouch en su libro “Erótica del duelo en tiempos de la muerte seca”: “El deudo efectúa su pérdida suplementándola con lo que llamaremos “un pequeño trozo de sí”; este es el objeto propiamente dicho de ese sacrificio de duelo… Erotizado (de otro modo no se advierte de qué habría una perdida pura) ese pequeño trozo de sí requiere una erótica del duelo… surge así la cuestión del falo en el seno mismo del espantoso sufrimiento del duelo”.
Viñetas Clínicas
Caso E

E es una mujer que de 41 años que sufre su primer ataque de pánico al salir de su trabajo: “Me agarró miedo, pedía auxilio, me aferré a que alguien esté a mi lado, sino me muero”. Al momento de la consulta toma medicación y visita varias especialidades médicas intentando encontrar alguna enfermedad física.
Está casada y tiene 2 hijos. Trabaja en una empresa de limpieza y en distintas casas de familia. Al momento de la consulta es el sostén económico de la familia ya que su marido se encontraba desocupado. Supone que el ataque de pánico está referido a una afección cardiaca lo que implicó que tuviera que disminuir su esfuerzo físico en el trabajo.
Es en la empresa de limpieza donde E comienza a hablar de sus embrollos subjetivos, ubica en el centro a su Jefe y a partir de él se identifica y se diferencia de sus compañeras. Se pregunta si es tenida en cuenta cuando él dice que no sabe donde “ubicarla” ahora que debe hacer tareas livianas. También supone que él obtiene un plus de ganancia cuando demora el pago del salario. Teme enojarse exageradamente con él, aunque se muestra rebelde en discusiones que mantienen. Se diferencia de sus compañeras en la relación que tienen con el jefe. Dice: “A mí, me trata distinta. Yo no le chupo las medias. Él es hombre y ellas son mujeres. Yo también soy mujer pero no me va esa horma, yo demasiado tengo con mi casa”.
Su marido consigue trabajo y de esta manera ella siente que queda desacomoda al tener que pedirle dinero: “Antes yo manejaba todo, él solo era una figura”. Simultáneamente a esto, empieza a aparecer cierta preocupación por su aspecto femenino: ante una fiesta de casamiento anhela comprarse un vestido escotado. Teme que a su marido le parezca provocativo, dice: “si lo usa otra seguro que la mira”. Recuerda que una vez su padre le prohibió usar una minifalda. Se reconoce conservadora con su ropa y con su cabello que siempre tiene atado.
E reconoce que se siente mejor y que como trabaja menos decide terminar la escuela secundaria. Si bien para su marido no es importante, ella comienza a dar materias de manera exitosa.
Imprevistamente su marido se queda sin trabajo. Se autoriza en el grupo a que en esta oportunidad E no llenará el agujero económico y reafirma su decisión de estudiar, siente bronca por la posición que toma su marido. La intervención abre una pregunta: ¿habrá algo que usted pueda hacer para que su marido no se sienta tan impotente ante la falta de trabajo y pueda encontrar uno?.
E desde hace tiempo ya no toma medicación y continúa concurriendo a las reuniones semanales.
Caso R
R es una mujer de 40 años. Sufre de ataques de pánico desde hace muchos años. Cuando se integra al grupo estos episodios se producían los fines de semana y terminaba en la guardia del hospital.

Vive con su marido y 4 hijos. Desde hace 3 años su marido pierde el trabajo. R trabaja de empleada doméstica y es quien sostiene económicamente la casa. Mientras el trabajó él se quedaba con una parte del salario para gastar los fines de semana cuando salía solo y el resto se lo daba a R para que lo administre.

R relata al grupo lo que descubrió hace varios años: su marido consumía cocaína y la engañaba con una prima lejana. Si bien se queja de que lo que cobra es escaso, ella sabe que hoy si su marido necesita dinero se lo tiene que pedir. Dice: “me gustaría que consiga un trabajo, aunque de esta forma él sufre y además no puede salir. Lo que hizo no lo olvido ni lo perdono”.

En una reunión, después de haber estado en la guardia el fin de semana, dice que la angustia que ella siente es igual a la que sentía cuando la madre llegaba tarde para buscarla a la salida del jardín de infantes y sus compañeritas ya no estaban. Recordar aquellos episodios dieron por terminado las visitas a la guardia del hospital.

R vive anhelando ir a la provincia donde vive su padre, a quien no ve desde hace 12 años. Nunca termina de juntar el dinero para el pasaje y tampoco acepta la ayuda económica de sus hermanos para tal fin.

Respecto a la medicación, R la toma solamente cuando se angustia.

En las reuniones R se muestra muy compañera del resto del grupo y cuando le toca hablar sus temas siempre giran en torno a lo mismo: su alegría por no tener ataques de pánico, las deudas que pudo o no pudo pagar, la impotencia laboral en la que se encuentra el marido y cada tanto su deseo de ir a ver a su padre. Sobre el último tiempo una pregunta empieza a esbozar: “¿hasta cuando tengo que venir?”

Si bien se mostraba receptora de los consejos de las compañeras del grupo y de intervenciones que intentaban conmover algo de su posición, no pudo lograr hacer ningún movimiento subjetivo en este sentido.

Un día anunció que no iba a venir más. Agradeció al grupo y a los terapeutas. También dijo que la medicación la tomaba cuando había alguna cuenta que no podía pagar.

Coordinadores del Pequeño Grupo

Andrea Ponzanessi : 156-166-3581
Jorge Faraoni :

Equipo de Admisión:

Ignacio Penecino
Raúl Solari

martes, 22 de julio de 2008

miércoles, 16 de julio de 2008

Irma en Argentina

31 de octubre de 1991

Lacan llegó a decir: “No hay formación del analista, sólo hay formaciones del inconsciente”, y esto es cierto en tanto el analista no es producto de ninguna imagen (bild: imagen, de donde bildung: formación), sino del resabio sin forma alguna que le deja su propio análisis. Ese resabio que no hace un sabio, si bien no prohíbe formalizar la función (a), es imposible transmitirlo bajo el modo del mathema: uno no lo maneja, dice Lacan, sino a la medida del propio análisis.

También por eso llegó incluso a decir que no hay transmisión del psicoanálisis, que cada uno recomienza de cero. Pero ¿cuál es este cero de saber? No es otro que aquel en el que se sostiene el deseo de saber, y no está al alcance de cualquiera, sino solo de un sujeto verdaderamente sin prejuicios, advertido de que aquello que produce sentido y goce para él, no produce sentido y goce para otro.

La ignorancia de la que se trata es docta; es metódica; es difícil. En efecto, hay que saber que el cero de uno no es el cero del otro; tiene el valor exacto del saber que suspende (no lo anula). La “confusión sobre el cero” entra en la carrera denunciándola, hace que se crea a veces que, en psicoanálisis, cuanto menos se sabe es mejor. La verdad es lo contrario.

De aquí parte una necesidad permanente a la cual responde el Instituto del Campo Freudiano. Este Instituto llevará en Argentina un nombre nuevo donde cada palabra está sopesada: IRMA - Investigación Racional del Mathema Analítico.

Investigación, porque lo nuevo es esencial, siendo la docencia facultativa y dependiendo de lo efectivamente realizado. Racional, remite a la razón, precisamente a la “razón después de Freud” que es la “instancia de la letra”. Del Mathema Analítico, esto vale para aquellos que prosiguen en la vía de Lacan.

Tal como puedo imaginarlo en el instante presente, el Instituto estará compuesto por un lado, por Centros de Investigación y por el otro, por Ateneos. Llamo “Centro de Investigación” a un organismo permanente que dispone de medios propios (local, biblioteca, publicaciones) y es responsable de su gestión. Llamo “Ateneo” a un grupo de investigación reunido bajo un tema preciso convenido con el Instituto, para una finalidad determinada y con una duración limitada (un año o dos). No es necesario que los elementos sean numerosos para que el sistema esbozado funcione. Podría suceder incluso que en el período experimental en el que vamos a entrar, el número sea un inconveniente. Así, midiendo mi capacidad de asesor seriamente, limitaré a siete como máximo las unidades que se iniciarán durante 1992.

Terminaré con una declaración que vale como compromiso: el Instituto IRMA se mantendrá a distancia de las divergencias que puedan surgir entre los grupos pertenecientes al Campo Freudiano en Argentina. Sólo serán tenidas en cuenta las promesas de trabajo.

Jacques-Alain Miller


Extraído de www.eol.org.ar

viernes, 20 de junio de 2008

FACULTAD DE PSICOLOGIA - UBA-

• Jornada “Hijos Adolescentes en Familias Violentas”.
Mañana, sábado 21 de junio, se llevará a cabo esta jornada organizada conjuntamente por la Secretaría de Extensión, Cultura y Bienestar Universitario y la Cátedra I de Psicología Evolutiva: Adolescencia.
Sede: Hipólito Yrigoyen 3242 (Aula 14)Coordinadora: Prof. Lic. Marta Piccini VegaCo-Coordinador: Prof. Lic. José Barrionuevo
Programa de Actividades
09:30 hs. Acreditación
Aula 14
10:00 a 10:30 hs. – Palabras de Apertura • Lic. Marta Piccini Vega (Prof. Titular Cát. I de Psicología Evolutiva: Adolescencia)
10:30 a 12:30 hs. - Panel: “Adolescencia y violencia familiar y social”• Sonia Kleiman• Eduardo Mandet• Juan Carlos VolnovichCoordina: José Barrionuevo
12:30 a 13:30 hs. – Receso
13:30 a 15:00 hs. - Talleres simultáneos
- Taller: “Embarazo adolescente” - (Aula 25)Coordina: Ana Clara Giménez
- Taller: “Adolescentes en conflicto con la ley” - (Aula 26)Coordina: Hugo Loureiro
- Taller: “Trastornos de alimentación en la adolescencia” - (Aula 27)Coordina: Verónica Vega
- Taller: “Las adicciones en la adolescencia” - (Aula 28)Coordina: Pablo de Vedia
- Taller: “Adolescencia y violencia” - (Aula 29)Coordina: Glenda Cryan
15 hs. Cierre de la Jornada - Aula 14 –
Actividad no arancelada - Se entregarán certificados de asistencia
Organizan:Secretaría de Extensión, Cultura y Bienestar UniversitarioCát. I Psicología Evolutiva: Adolescencia

• Jornada Anual “Cuando la Familia no Alcanza: Sistemas al Borde, Sistemas en el Borde”. Fragmentación, Violencia, Subjetividades. Vulnerabilidad y Potencia.
El sábado 28 de junio se llevará a cabo esta jornada organizada conjuntamente por la Secretaría de Extensión, Cultura y Bienestar Universitario y la Fundación Familia y Parejas del Instituto Argentino de Terapeutas Relacionales. Día y horario de la jornada: sábado 28 de junio de 2008 – 9 a 14 hs.
Sede: Hipólito Yrigoyen 3242 (Aula 14)
“Llamo desastre a lo que no tiene lo último como límite, lo que arrastra lo último en el desastre”.Maurice Blanchot
Estamos siendo atravesados por la emergencia de una nueva cuestión social fundamentalmente vinculada con la fragilización de los soportes relacionales. Esto genera preguntas acerca de las condiciones de producción y la capacidad de interpelación social de ciertos dispositivos discursivos: justicia, educación, salud, psicoterapia y, dentro de ellas, la terapia familiar.En una sociedad fragmentada por la multiplicidad de experiencias, la socialización es una coproducción de cada grupo social en el seno de los cuales se construyen subjetividades diferentes a las institucionalizadas. ¿De qué familia hablamos?... ¿Cuáles son las formas diferenciales de producción de subjetividad en cada grupo social? Consideramos que la creación de nuevas herramientas conceptuales podría contribuir al desarrollo de formas de intervención diferentes a las actuales; dirigidas a la resolución de la problemática tensión entre integración-desintegración social.
Programa de Actividades
09.00 a 09.30 hs. Acreditación
09.30 a 11.30 hs. Expositores invitados* Mariana Cantarelli - Lic. en Historia. Docente UBA.¿Y si la familia no alcanza? Una perspectiva histórica del problema.
* Ana M. Fernández - Dra. en Psicología. Profesora Facultad Psicología, UBA. Directora del Programa de Actualización: “El campo de problemas de la subjetividad”.¿Las familias estalladas?: hacia la construcción de criterios transdisciplinarios.
* Gabriel Kessler - Dr. en Sociología. Investigador del CONICET."Relaciones familiares de jóvenes en conflicto con la ley: una mirada desde la sociología".
- Coordinación: Lic. María Esther Cavagnis
11:30 hs. Receso
12:00 a 14:00 hs. Diálogo con los expositores invitados.Interlocutores- Lic. Alejandra Esborraz: Coordinadora de Asistencia FyP.- Lic. Ana I. Martínez: Directora de Docencia FyP.- Lic. Ana Schock: Coordinadora Equipo de Violencia FyP.
Comisión organizadora:Lic. María Esther Cavagnis (coordinadora) Lic. Ariel LuppoLic. Elena MandelLic. Alicia NillniLic. Cecilia SibiliaLic. Viviana Loponte
Organizan:Secretaría de Extensión, Cultura y Bienestar UniversitarioFundación Familia y Parejas - Instituto Argentino de Terapeutas Relacionales
Actividad No Arancelada
Inscripción:Haga Click Aquí para bajar la planilla de inscripción a su PC y, una vez completa, envíela a jornada@psi.uba.ar
• Actividades del Centro Cultural Universitario de la Facultad de Psicología.
Programación semanal de los Ciclos de Cine, Bandas de tu Facultad y el Ciclo Seminario: El malestar en la Cultura.
Ciclo de CineJunio: Martin Scorsese
- 24/06: “Buenos muchachos” (1990)Título original: GoodfellasDuración: 145 min.
Todos los martes a las 19:00 hs.Auditorio - Independencia 3065, PBEntrada libre y gratuita
Más información en:http://centrocultural.psi.uba.ar/cine/index.htm
Ciclo “Bandas de tu Facultad 08”.Junio Rock!!!
26/06: Viejo Gómez
Día y horario del ciclo: los jueves a las 19:30 hs. Puntual.Lugar: Centro Cultural Universitario, Auditorio. Independencia 3065, PB.
Debido a la gran repercusión y demanda que tuvo la presentación de demos para este ciclo, se suspende hasta febrero de 2009 la presentación de nuevos demos.Motiva la presente decisión la gran cantidad de demos de Bandas presentados a la fecha, durante el primer cuatrimestre de 2008.Agradecemos a todas las Bandas que nos ayudaron a continuar con este Ciclo con compromiso y solidaridad.
Más información en: http://centrocultural.psi.uba.ar/musica/index.htm
Ciclo Seminario: El malestar en la Cultura.A cargo del Dr. Carlos Gustavo MottaSe presentará la Biblioteca Digital del Psicoanálisis. Filmación de Germán García.(Psicoanalista. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana)
Día y horario: a raíz del feriado del lunes 16, el ciclo pasa al lunes 23 de junio, 16 a 18 hs. en Auditorio
Boletín CulturalSi desea recibir periódicamente información acerca de las actividades del Centro Cultural Universitario de la Facultad de Psicología suscríbase al Boletín Cultural Haciendo Click Aquí.
• Visita Guiada al Museo del Holocausto-Shoá.
La Cátedra II de Psicología, Ética y Derechos Humanos ofrece a una Visita Guiada al Museo del Holocausto–Shoá a los alumnos, docentes y personal de la Facultad de Psicología –UBA. El encuentro se ampliará con el testimonio de un sobreviviente. Museo del Holocausto-Shoá: Montevideo 919 (entre Paraguay y Marcelo T. de Alvear), Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Se ruega estar 15 minutos antes de cada reunión.
Fechas:1er cuatrimestre de 2008: miércoles 25 de junio a las 19 hs.2º cuatrimestre de 2008: jueves 11 de septiembre a las 9:30 hs. y miércoles 17 de septiembre a las 19 hs.
Se requiere inscripción previa en la Secretaría de Extensión, Cultura y Bienestar Universitario, H. Yrigoyen 3242, 3er piso, de lunes a viernes de 10 a 18 hs.E-mail: extens@psi.uba.ar
Organiza: Cátedra II de “Psicología, Ética y Derechos Humanos”Facultad de Psicología – UBA
Prof. Consulta Dra. María Lucrecia RovalettiProf. Adjunta Regular Stella Maris de FilpoProf. Adjunta Interina Lic. Alicia T. LanzillotaJefas de Trabajos Prácticos: Lic. Raquel Garese y Leila Mir CandalllAyudantes de 1ª: Lic. Julieta Bareiro, Magali Milmaniene, Silvia Schupack, Javier Luchetta, Prof. Noemí Vino, María Castel y Julián Barbieri.

InformesE-mail: info@psi.uba.arTel: 49575889 (directo) o 49315434/5550 int. 130 o 131Independencia 3065, PB Atención al público: Lun. a Vie. de 9 a 18hs

domingo, 15 de junio de 2008


Advierten sobre los riesgos de medicar a niños con "Déficit atencional"

Peor el remedio que la enfermedad
Una investigación detectó que “la tasa de mortalidad es mayor” en los niños que son medicados por problemas de “hiperactividad, trastornos bipolares o déficit de atención”. La prescripción de drogas como la ritalina se triplicó en diez años.


Por Pedro Lipcovich
Una nueva advertencia contra la medicalización del “déficit atencional” en los chicos llega, en este caso, de Gran Bretaña: muerte súbita, mayor riesgo de mortalidad general, problemas cardíacos, aumento desmedido de peso, desórdenes neurológicos, son los peligros más señalados. Esto se da en un contexto en que las recetas de medicamentos para los chicos inquietos se triplicó en diez años. Por lo demás, en general estos fármacos no han pasado por pruebas de seguridad específicas para niños. En la Argentina, “la práctica de medicar a los chicos está salida de cauce y no refleja más que la intolerancia adulta respecto del chico diferente, el ‘molesto’”, afirmó un miembro del Foro de Estudio de la Medicamentación en la Infancia.
La investigación, que será publicada el mes que viene por la revista especializada Pediatrics, consistirá en una revisión de los estudios previos sobre el tema, y fue dirigida por Ian Wong, titular de investigaciones pediátricas en la Escuela de Farmacia de Londres. Ayer, la BBC y el diario The Guardian anticiparon sus lineamientos generales. Según Wong, “la tasa de mortalidad es mayor” entre los chicos que consumen estos medicamentos. David Healy, profesor en la Universidad de Cardiff, precisó que estas drogas pueden causar “problemas cardíacos, circulatorios y respiratorios”, lo cual se debería a “diversas razones: una es que todos los antipsicóticos actúan sobre un neurotrasmisor llamado dopamina, que tiene una función en la regulación cardiovascular. Otros efectos son: importantes aumentos de peso y diskinesia tardía (movimientos incontrolables en la lengua y la cara)”.
Healy agregó que “en Estados Unidos se produjeron muertes súbitas en chicos que habían recibido estimulantes, que también actúan sobre el sistema de la dopamina, tras haber sido diagnosticados con ‘síndrome de déficit atencional’. Si bien las drogas no están específicamente autorizadas para chicos, los médicos pueden prescribirlas bajo su propia responsabilidad, y las principales indicaciones son “hiperactividad y desorden bipolar”.
El investigador británico citó el caso de una nena que “desde que era bebé fue diagnosticada primero con ‘déficit atencional’, después con ‘depresión’ y finalmente con ‘desorden bipolar’. Cuando murió tenía sólo dos años de edad: había pasado las tres cuartas partes de su vida bajo los efectos de esos medicamentos”.
Según un estudio del Departamento de Salud británico, el uso de medicamentos para el llamado déficit atencional se incrementó un 274 por ciento en diez años. Un informe previo encargado por la Cámara de los Lores había establecido que el 90 por ciento de los medicamentos para bebés recién nacidos no ha sido suficientemente testeado, al igual que el 50 por ciento de los destinados a niños en general. “Los chicos no son simplemente adultos en miniatura”, observó una representante de la Cámara de los Lores. La Unión Europea estudia una ley para exigir a las empresas fabricantes que efectúen pruebas específicas antes de comercializar para niños medicamentos destinados a adultos.
León Benasayag, ex profesor de neurología en la UBA, señaló que “desde hace años se vienen describiendo efectos adversos para medicamentos como el metilfenidato, cuyo nombre comercial más conocido es Ritalina, o la atomoxetina; el primero se usa para el ‘déficit atencional’ y el segundo como antidepresivo. A partir de los efectos sobre el sistema cardiovascular, existe preocupación por la posibilidad de que eleven el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrales. En Estados Unidos está en curso una investigación sobre gran cantidad de pacientes para verificar esto”.
La posibilidad de efectos adversos está incluida en el prospecto que acompaña al medicamento pero “con letra muy chiquita, difícil de leer”, observó Benasayag, y comentó que “en la Argentina, los vademécum que usan los médicos no incluyen los efectos secundarios de los medicamentos; aclaran que, ‘para más información’, hay que dirigirse al laboratorio, pero la mayoría de los médicos consideran que no tiene tiempo para hacer eso”.


Extraído de Pagina/12 (Martes 8/04/08)



sábado, 7 de junio de 2008

V CONGRESO NACIONAL DE PSICOLOGIA FORENSE

"PSICOLOGÍA JURÍDICA Y ETICA"
ENFOQUE INTERDISCIPLINARIO


Jueves 14 y Viernes 15 de agosto de 2008 9.00 a 19.00 horas
Sede: Lavalle 1334. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Auditorio de la Asociación de
Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional.
Auspiciadas por:
*Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional
*Asociación de Psicólogos de Buenos Aires
*Asociación Argentina de Estudio e Investigaciones en Psicodiagnóstico.
*Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires – Consejo Superior que nuclea a: Distrito: I – Bahía Blanca, Distrito II – Trenque Lauquen, Distrito III – Junín, Distrito IV – Pergamino, Distrito V – Zárate, Distrito VI – Luján, Distrito VII – Chivilcoy, Distrito VIII – Azul, Distrito IX – Necochea, Distrito X – Mar del Plata, Distrito XI – La Plata, Distrito XII – Quilmes, Distrito XIII – Lomas de Zamora, Distrito, XIV – Morón, Distrito XV – San Isidro
Adhesiones:
*I Cátedra de Psicología Jurídica de la Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires
*II Cátedra de Psicología Jurídica de la Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires
* Cátedra de Psicología Legal y Forense, Facultad de Psicología - Universidad de Flores.
* Cátedra de Psicología Forense I, Carrera de Especialización en Psicología Forense, Secretaria de Posgrado - Facultad de Psicología - Universidad de Buenos Aires.* C átedra de Psicología Jurídica y Forense, Facultad de Psicología - Universidad Católica de Santa Fe
* Cátedra de Psicología Forense, Facultad de Psicología - Universidad Adventista del Plata (Provincia de Entre Ríos))
* Cátedra de Psicosociología Jurídica y Política, Carrera de Psicología - Universidad
Argentina John F. Kennedy
* Cátedra de Psicología Jurídica, Master en Criminologí a, Secretaria de Posgrado de la Facultad del Aconcagua (Provincia deMendoza)

* Programa: Gabinete Pericial Psicológico Forense dependiente de la Secretaria de Extensión, Cultura y Bienestar Universitario de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.

* Cátedra de Psicología Jurídica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata

Aranceles
Hasta el 30 de junio de 2008: Socios y estudiantes: $160 (50 dólares) No socios: $190 (60 dólares)
A partir del 1º de julio de 2008: Socios y estudiantes: $190 (60 dólares) No socios: $220 (70 dólares)
Consultar por becas para grupos institucionales

PROGRAMA PRELIMINAR

Jueves 14 de agosto de 2008
9.00 hs.: acreditación.
10.30 hs.: Acto inaugural.
Dra Carmen Argibay - Vocal de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación
Lic. Norma Griselda Miotto. Presidenta de APFRA. Perito Psicóloga de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación
11.00 hs.: CONFERENCIA
"ETICA Y JUSTICIA"
Disertante: Dr. Carlos Rozanski
Coordinación: Lic. María Luisa Janon
12.30 hs.: Receso.
13.30 hs. Panel
REVICTIMIZACIÓN SECUNDARIA INSTITUCIONAL EN NIÑOS/AS, ADOLESCENTES Y ADULTOS JÓVENES EN LOS ÁMBITOS JUDICIAL Y CARCELARIO.
Coordinación: Lic. Juan Pablo Diez Ledesma
Disertantes:
Dr. Pablo Jantus. Juez de Tribunal Oral de Menores N º 1
Dr. Felix Descalzo. Abogado. Secretario del Juzgado de Menores Nº 2 de la Justicia Nacional
Lic. Adriana Alfano. Psicóloga. Integrante del Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia.
Lic. Sergio Roma Psicólogo. Integrante del Consejo Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia.
16.00 hs.: Panel
RESPONSABILIDAD PROFESIONAL Y MALA PRAXIS.
Coordinación: Lic. María Amalia Cejas de Scaglia
Disertantes:
Prof. Jorge Manuel Casas. Profesor de Filosofía. Docente/Investigador de la Universidad Buenos Aires.
Dr. Roberto Godoy. Medico Forense del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional.
Dr. Juan Pablo Maria Viar. Abogado
Licenciada en Psicologia Lidia Ines Zablotzky, ex docente de la catedra de Etica de la Universidad de Palermo, integrante del comite de etica de la Asociac. de Psicólogos de Buenos Aires.
Asamblea General Ordinaria de APFRA
1ª Convocatoria 18.30 hs.
2ª Convocatoria 19.00 hs
Viernes 15 de agosto de 2008
10.00 hs.: Panel
LA SANCIÓN PENAL Y LAS MEDIDAS ALTERNATIVAS AL ENCARCELAMIENTO
Coordinación: Lic. Marina Gamallo
Disertantes:
Dr. Luis Alberto Schelgel, Juez Correccional de la Capital Federal
Dr. Axel López. Juez de Ejecución Penal a cargo del Juzgado Nº 3 de Capital Federal.
Dr. Federico Merlini. Juez de Ejecución Penal Nº 2 de Quilmes
Dr. Santiago María Bardi. Defensor Público Oficial ante los Tribunales Orales en lo Criminal.
12.30 hs.: Receso.
14.00 hs.: Exposición de trabajos libres
Coordinación: Lic. Silvia Bignone
Lic. Claudia E. Fortich
Lic. Ana María Barchietto
16.00 hs.: Panel
EL DISTRESS PROFESIONAL EN EL ÁMBITO JURÍDICO.
Coordinación: Lic. Beatriz Mora
Disertantes:
Lic. Norma Miotto. Jefa del Servicio de Psicología del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional.
Dra. Viviana Diaz. Abogada, Mediadora, Conciliadora y Árbitro Laboral, Asesora técnica del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
Lic. Sandra Musumeci. Psicóloga perteneciente a la Policía Científica de Gendarmería Nacional.
18.30 hs.: Acto de cierre. Disertación a cargo de la Lic. María Amalia Cejas de Scaglia. Secretaria Científica de APFRA.
19 hs.: brindis

miércoles, 12 de marzo de 2008

ATAQUE DE PANICO. ATAQUE DE ANGUSTIA

ACERCA DEL ATAQUE DE PANICO; CUANDO LA ANGUSTIA CERCA...
Juan Pablo Capdevielle

Introducción

Una definición interesante se nos presenta en el diccionario, y nos podrá servir de ruta para tener en cuenta en un tratamiento psicoanalítico. Es posible que nos encontremos entonces con un...
"Cuerpo glorioso": persona que pasa largo tiempo sin satisfacer necesidades corporales. Tanta gloria, tanta gloria, pero después hay complicaciones...(1)
"El cuerpo se introduce en la economía del goce por la imagen del cuerpo. La relación del hombre con su cuerpo es imaginaria." "La prematuración es lo único que explica la preferencia esa por la imagen." (2)
Un término interesante para agregar es el de soma , de origen griego y que también se lo traduce como cuerpo, y dice el diccionario: "Soma, parte material del cuerpo por oposición a la parte inmaterial o psique". Esto último empieza a dar sentido a lo anterior, encontrando una pista para diferenciar al envoltorio de lo envuelto, y hablar a esta altura de lo que sería una somatización ó transformación de los estados mentales en síntomas orgánicos.
Ataque de pánico?
..." El hombre piensa con ayuda de las palabras. Y es en el encuentro entre esas palabras y su cuerpo donde algo se esboza..." (3)
Ataque de pánico dice poco sobre el sujeto efecto de significante que lo experimenta, y de la angustia ni hablar!
Bien sabemos que la angustia es un afecto y no una emoción. Un afecto desamarrado, desplazado, loco, pero no reprimido, lo reprimido son los significantes que lo amarran.
Forcluyendo clasificaciones del tipo del DSMIV, y la demanda capitalista de obturadores del desciframiento de lo Inconsciente, tales como productos de la industria farmacéutica ( clonazepam, alprazolam), se focalizará en el presente trabajo al ordenamiento de los trastornos psíquicos como los hubieran citado Freud y Lacan respectivamente, apostando a la dignidad del sujeto en relación con su deseo y su particularidad de goce; contraponiendo entonces al imperativo capitalista en tanto acumulación de plusvalía rigiéndose por estadísticas, nosotros los psicoanalistas nos dedicaremos al síntoma, síntoma este con que se cuestiona la totalidad de los recursos farmacológicos de nuestro tiempo.
Entonces, lo que el sistema capitalista dicta como necesario: taparle la boca al sujeto produciendo el cierre de lo Inconsciente, eludiéndose la relación con lo imposible; lo eludido retorna en lo Real bajo la forma de catástrofe ingobernable. Ahí donde se presenta la apertura de lo Inconsciente, quedan dos caminos: o se lo tapona con Clonazepam, o se lo pone a trabajar, es decir a hablar, teniendo en cuenta lo que Lacan decía que sucede en la cura: la única resistencia es del analista y la gente se analiza a pesar de nosotros y del sistema.
Una persona se presenta a consulta enviado por su médico, quien lo atendió previamente, ó por un servicio de guardia de un hospital público. Su motivo de consulta: Sensaciones conocidas popularmente en casos de infartos, de accidentes cerebro vasculares, edema de glotis y demás patologías severas y mortales en su gran mayoría, tales como perturbaciones respiratorias, ataques de temblor, palpitaciones, convulsiones, dolores u opresión en el pecho, vértigo locomotor, brazos dormidos, sudoración excesiva, etc. Al no encontrar asidero en el campo de la ciencia médica, llega al consultorio una persona dotada de su representación palabra tenue, pobre y casi oculta; muñida de información o de sentido que medios de comunicación o libros de autoayuda se encargan de proliferar, para en la mayoría de los casos generar una suerte de identificación masiva o histérica. Muchos son los casos en que nos consultan sumergidos en la desesperanza "sé que en la tomografía no va a salir nada"; la medicina no les dio respuesta, y vienen a hablar de sus sensaciones en búsqueda de una solución mágica e inmediata. En más o en menos, pero esperan que haya Otro que urgente ponga nombre a su malestar, sin creer ni por un rato en lo que sería la posición inconsciente subjetiva. La aparición súbita de síntomas de aprensión, miedo pavoroso, o terror acompañados habitualmente de sensación de muerte inmediata llevan al individuo a la desesperación, denotando un fracaso del control yoico, el afecto es desbordante con regresión al estado de la ansiedad automática y no específica. Hay una amenaza a nivel de lo intrapsíquico; la ansiedad fue llamada por Freud angustia señal, que activa los mecanismos de defensa del yo. La angustia detecta riesgos simbólicos cuyo sentido profundo es el producto de procesos no concientes, a favor de pulsiones inaceptables surgidas en conflictos a nivel del trauma. El trauma es la matriz de todo acontecimiento, es la huella que actúa a través de la compulsión a la repetición.

Los casos más puros de Neurosis de angustia, son casi siempre los más marcados, estos casos se dan en sujetos jóvenes y potentes, cuya enfermedad data de fecha próxima y presenta una etiología unitaria. De todos modos es más frecuente la aparición conjunta y simultánea de síntomas de Neurosis de angustia y otros de Neurastenia, Histeria, Melancolía y Neurosis Obsesiva. Del análisis de las Neurosis Mixtas puede descubrirse la existencia de una mezcla de varias etiologías específicas, esta multiplicidad de factores etiológicos puede establecerse cuando una nueva acción nociva viene a sumar a los de otra ya existente; por ejemplo una mujer histérica que comienza a practicar el coito interrumpido, añade a su estructura una Neurosis de angustia.
En otras palabras, y siguiendo a Lacan, el miedo es al propio cuerpo. "La angustia es precisamente algo que se sitúa en nuestro cuerpo en otra parte, en el sentido que surge de esa sospecha que nos embarga de que nos reducimos a nuestro cuerpo". "La angustia no es el miedo de cosa alguna con que el cuerpo pueda motivarse, es un miedo al miedo"(4).

Analistas: Dejen que todo el cuerpo de psicólogos se entretenga con el cuerpo de identificaciones que estructura la personalidad del individuo, y ustedes deléitense con el síntoma! Apostemos a la presencia del síntoma como aquello que viene de lo Real, frótense las manos, para ponerse a trabajar y descubrir la posición inconsciente de un sujeto. El analista a veces desespera " Padre nuestro! Jehová! Buda! A los mil nombres de Dios! Que por favor baje una metáfora en el decir de este ser hablante!"
Relax! Tenemos la costumbre de correr a los textos para ver que nos dice Freud, Lacan... a bancársela! Supervisiones, controles, para darnos cuenta al final que nuestro camino ya había comenzado a surcarse, la palabra del Otro nos autoriza, Autoricémonos! Eso sí, con guantes de seda, la seda no pica, no da alergia, con el mayor de los respetos inviten a hablar a un sujeto.
Entonces, en la generalidad de los casos, lo que se presenta en la clínica diaria, es una cantidad de libido puesta indiscriminadamente y a cualquier hora sobre algunos cuerpos. Podríamos jugar a decir "Cuerpos que hablan una lengua que no alcanzó al lenguaje, al lenguaje del inconsciente, a la Neurosis; pequeños procesos psicóticos o pedazos de psicosis se desencadenan en un cuerpo que por momentos cabalga sin jinete." Cuerpo y mente no están juntos, se separaron, hay una predeterminación de una de las partes... lo pienso así: primero hubo un cuerpo, un cuerpo sin dueño, o si se quiere el dueño era Otro, Otro que continúa apoderado de ese cuerpo, un cuerpo al servicio de Otro. "En ese goce del Otro, es donde se produce lo que muestra que así como el goce fálico está fuera-de- cuerpo, en esa misma medida el goce del Otro está fuera-de-lenguaje, fuera-de- simbólico, pues a partir de esto, a saber, a partir del momento en que se pesca aquello que en el lenguaje hay, ¿Cómo decirlo? de más vivo o de más muerto, a saber, la letra, únicamente a partir de allí tenemos acceso a lo Real"(5)
Esos mismos cuerpos en su mayoría, en el recorrido de un análisis, encontrarán su correlato simbólico, a un insuficiente o inadecuado manejo de la satisfacción sexual. Esos mismos cuerpos, serán gloriosos?

(1) Lacan, Jacques. Conferencia en Ginebra.
(2) Lacan, Jacques. La tercera.
(3) Lacan, Jacques. Conferencia en Ginebra.
(4) Lacan, Jacques. La tercera.
(5) Lacan, Jacques. La tercera.
Bibliografía:Lacan, Jacques: Seminario XIntervenciones y textos II. Manantial. Bs.As. 1998Freud, Sigmund: Obras Completas "La Neurastenia y la Neurosis de Angustia"1894- 1895

(Texto adaptado para la revista Con-Versiones, del trabajo presentado el 31/08/02 en la jornada "El cuerpo en la clínica del siglo XXI", realizada en la Facultad de Psicología U.B.A. bajo el mismo título.)

sábado, 1 de marzo de 2008

El sexo débil de los adolescentes: sexo-máquina y mitología del corazón.

Por Serge Cottet



En la actualidad se perdió la posibilidad de seguir sosteniendo cómodas generalizaciones sobre las costumbres y problemáticas de los adolescentes, tanto en lo que hace a su relación con el placer como a su modo de vivir la disyunción entre sexo y manifestaciones afectivas. Por eso el psicoanalista no puede quedarse con la afirmación de los estados del alma invariables desencadenados en la pubertad. La declinación del poder de las normas paternas para afrontar estas cuestiones, junto con el hedonismo que predica el sistema, condiciona un panorama complejo y diverso en este terreno, por lo que es necesario detenerse en las condiciones de vida y valores que son afectados por los nuevos modos de afrontar el núcleo abismal de la sexualidad por parte de los diferentes grupos de adolescentes. En este trabajo el autor, además de contrastar la descripción de las últimas décadas de diferentes observadores, se detiene en particular en la experiencia diferencial de los jóvenes de las grandes ciudades y la de los suburbios.
El adolescente generalmente hace obstáculo al discurso convenido de la psicopedagogía. Un tipo de edad a una distancia también inestable de una generación a otra, y sobretodo cuyo franqueamiento es también incierto, desalienta el mensaje del educador más convencido. El cliché del estado de desarrollo o del pasaje crucial entre dos épocas palidece frente a la explosión de las normas aún encarnadas por la generación de sus padres, y sobretodo la de la norma sexual. La generación nacida en los años setenta, después, la posmoderna de los años noventa, son, cada una a su manera, reveladoras de la maldición sobre el sexo que la ideología de los años sesenta y ocho creyó poder superar.
Con relación a esta subversión, el psicoanalista no puede quedarse con la afirmación de los estados del alma invariables desencadenados en la pubertad. Recordemos, a título de indicación, los paradigmas con los cuales Anna Freud calificaba al adolescente, sin encontrar motivo para elevar la clínica psicoanalítica a la altura de los nuevos síntomas más bien inquietantes.
"Admito que es normal para un adolescente tener durante mucho tiempo un comportamiento incoherente e imprevisible, combatir sus pulsiones y aceptarlas, mantenerlas a distancia y ser desbordado por ellas, amar a sus padres y odiarlos, rebelarse contra ellos y depender de ellos, estar profundamente avergonzado de su madre ante los otros y, de manera inesperada, desear hablarle con el corazón abierto; complacerse en imitar a los otros e identificarse a ellos y sin embargo estar en la búsqueda incesante de su propia identidad; de ser más idealista, artista, generoso y desinteresado como no lo será jamás, pero también lo contrario: centrado en sí mismo, egoísta, calculador. Tales fluctuaciones entre los extremos opuestos parecerían totalmente anormales en cualquier otro momento de la vida".
[1]
Estas palabras de alivio contrastan con los aspectos más dramáticos que la actualidad revela a lo largo del tiempo sobre los adolescentes, así se trate de los dramas del amor como de las formas modernas del síntoma: droga, sida, suicidio y otros pasajes al acto. Estamos incitados a considerar al adolescente más bien a partir de este real clínico. Este punto de vista había sido ilustrado por un número de L’Âne[2] de 1985, sin llegar, sin embargo, a las derivas de hoy.
Hace veinte años, yo mismo había endurecido el tema y puesto en cuestión esta "normalidad" teniendo en cuenta la posición de Freud: la mutación de la sexualidad a esta edad cambia la teoría simplista de la sexualidad infantil. Es decir que todo no se jugó a los seis años. El momento de la pubertad pone en juego un real del sexo sin precedentes que dejará marcas. Es con acentos sulfurosos dignos de Dostoïesvsky que, en "El hombre de los lobos", son descritos los desarreglos de la sexualidad del varón en la adolescencia, en particular bajo la modalidad de las tentativas de seducción de la hermana. Más allá de la psicología de los estadios, la sociedad psicoanalítica de Viena consagró muchas de sus sesiones a esta cuestión con un cierto acento dramático, especialmente a propósito de El despertar de la primavera de Frank Wedekind y del suicidio de niños. En 1910, se comentaba el libro del doctor Abraham Baer
[3] respecto a esta cuestión. La obra pone en evidencia los efectos del goce en los estados del alma de los jóvenes. La tesis higienista de Baer (1901) no fue bien recibida en la época porque la misma lo imputa a la sexualidad asimilada en esa época a una fuerza vital nietzscheana, a la responsabilidad de la autodestrucción: "Baer cree […] que el aumento de los suicidios de niños debe ser puesta en relación con la precocidad creciente de nuestra juventud hipersofisticada, que se hastió por el goce de toda suerte de placeres".[4]
Más allá de su ingenuidad, estas líneas son más elocuentes hoy que en la época de Freud, ya que las mismas presentan la maldición sobre el sexo como el reverso de los años locos. Nosotros seguimos a Christian Baudelot y a Roger Establet cuando afirman como durkhemianos: no es la sociedad la que aclara el suicidio, es el suicidio que aclara la sociedad.[5] Sin desarrollar acá la cuestión de los suicidios de los jóvenes, creemos, mutatis mutandi, que la sexualidad de estos últimos aclara la sexualidad contemporánea. La misma revela el impasse así como la caricatura trasmitida por "estos verdaderos niños que son los padres".[6]

El hiperconsumo y la sexualidad "viento en popa"
¿La permisividad de la época realiza finalmente el "gozar sin trabas" predicado por los mayores? ¿O bien es necesario descifrarlo en función del desencadenamiento del consumo de las sociedades contemporáneas? ¿Libertinaje o liberalismo?
Al modo de Jean Baudrillard, un observador atento al malestar contemporáneo caracteriza más bien la vida sexual por "el alineamiento del orden erótico sobre el orden económico".
[7] Las características de la sociedad de consumo son aplicadas acá a la sexualidad, volviendo obsoletos los sintagmas fijos del psicoanálisis, connotados por la angustia y la represión.
Los años 2000, según los comentadores del malestar moderno y los psicosociólogos, son caracterizados por el hiperindividualismo, la permisividad, la interferencia de los roles y de las identidades. La precocidad de las relaciones sexuales se revela, especialmente en las niñas. La información en materia de sexualidad siguió todas las innovaciones tecnológicas e informáticas de estos dos decenios. La prensa people arroja sobre los adolescentes una relajación, un cinismo y una crudeza que rompe con los tabúes de la generación precedente. El "sexo" es condenado a sufrir la suerte del hiperconsumo y la ley de la economía del mercado: performance, rapidez, competencia, etc. Gilles Lipovetsky describe el imaginario sexual de las jóvenes generaciones como espejos que reflejan los clichés y los imperativos conductuales hoy "atalonados en las empresas y los deportes"
[8] : el estallido del goce, la inconstancia y la inestabilidad de los sujetos, la fragmentación pulsional son asimilados a una "balcanización del consumo".[9]
Es tentadora la analogía entre el comportamiento "fragmentado, sin reglas, volátil" imputado a un consumo patchwork, y la inestabilidad afectiva.
Sin embargo el imperativo de una performance dictada por el amo es una simplificación. La lista de sentimientos –amistad, sexualidad, ternura, amor….- ciertamente fragmenta las elecciones de objeto. ¿No es más bien la ausencia de normas y de modelos lo que abre la vía a esta deriva de la pulsión? Un observador subraya "que a diferencia de sus mayores, no hay más vía legítima para entrar en la sexualidad".
[10]
La banalización de la relación sexual tendría como consecuencia borrar al mismo tiempo el ideal amoroso. Esto lo verificamos en los adolescentes. Lipovetsky podía describir en 1983 una suerte de indiferencia en materia de amor, una apatía new-look, sin síntomas.
Contrariamente al spleen característico del nihilismo, ninguna desesperación sería el resultado de esto.
[11] En la misma época, Françoise Dolto describía el "nuevo comportamiento amoroso" como intimidad platónica generada por la mixtura en un fantasma andrógino: "ellos se pasan su chicle con éxtasis, comparten tomando una coca-cola de la botella, intercambian el cigarrillo de marihuana, y todos se besan en las mejillas".[12] Esta versión soft del compañerismo incluye ciertamente la cama pero, con pesar para el psicoanalista nostálgico, sin pasión ni "encuentro verdadero"."[13]
Es cierto que el hiperconsumo no parece encontrar su consagración en materia de sexualidad en los jóvenes, sino más bien su auto limitación.
Poco antes del sesenta y ocho, Lacan, muy conectado con el reverso de la vida contemporánea suscribía a esta evidencia: en materia de sexualidad las cosas han cambiado mucho. La sexualidad perdió algo del goce clandestino y transgresivo. Sólo se habla de eso: "La sexualidad es algo mucho más público".
[14] Su atención se refería a la actualidad de una sexualidad "viento en popa".[15] Introducía allí un bemol: la pretendida libertad sexual de los jóvenes y de las jóvenes enmascara una defensa. Lacan escribe: Eso apunta a lo exual. ("Ça visse exuelle").[16]
¿En efecto, no se describe a los jóvenes como fijados, atornillados, a sus blogs, sus SMS, sus pantallas donde se negocia y se programa el no encuentro? No el encuentro imposible sino la indeferencia por éste como forma moderna de no relación sexual: hablar poco, hacerlo eventualmente, sacar la menor consecuencia posible. Hay algo muy diferente que un agotamiento del goce debido a la pretendida facilidad de acceso al cuerpo del partenaire. Ninguna prueba de verdad. Acá la sexualidad hace "agujero en la verdad".[17]
Más que un arte de vivir new age, la indiferencia de los jóvenes no sería sino una defensa contra ese vacío, entonces un síntoma. A la ficción de un acto sexual "que no tiene más importancia, diríamos, que beber un vaso de agua"[18] Lacan oponía, por otra parte, la angustia y la turbación suscitadas en esa ocasión.
Una fórmula análoga es aplicada específicamente a los adolescentes en el comentario sobre Wedekind. Pero ya no es más cuestión de verdad: esta vez, la sexualidad hace agujero en lo real.
[19] En el mismo número de L’Âne, destacábamos que el comentario de "El despertar de la primavera"[20] de Lacan volvía sensible la turbación de la sexualidad confrontada, no a la prohibición, sino a lo real del traumatismo del encuentro, con la no relación. Desde entonces, este tema ha sido ampliamente confirmado por la experiencia analítica con los adolescentes. EL CPCT-Adolescentes constituye un laboratorio de elección a este respecto que rompe con la doxa media del mito de la permisividad. El defasaje del sexo y del sentimiento es acá llevado al máximo. La relación sexual entre chicas y varones, describe a menudo con crudeza, la falta de las mediaciones convenidas, de los semblantes de los discursos instituidos.

¿Y el discurso psicoanalítico?
La rectificación que Lacan opera en 1973, en "Televisión", relativa al impacto del psicoanálisis, vuelve a acentuar la responsabilidad de éste en la ideología de la liberación del deseo. El error consistía en un contrasentido hecho sobre la represión. No es la práctica sexual que es reprimida, sino el bien decir sobre el sexo que es imposible. Lo real, es la imposibilidad del encuentro no con el objeto, sino con el partenaire complemento del sujeto. Una maldición que, pese a la multiplicidad de las relaciones, genera dos afectos específicos en los jóvenes: el tedio y la morosidad
[21]; no son extraños al refugio en una oscura espiritualidad que eventualmente toma formas inquietantes.

Flores azules
Queda por saber si, como lo cree Lipovetsky, el liberalismo sexual "engendra un neo pauperismo tanto libidinal como afectivo".
[22] Observamos, por otra parte, que en el 2006 el sociólogo rectifica significativamente su descripción post-moderna de la apatía en provecho de valores que consagran un "hedonismo moderado", suerte de suspensión del desencanto amoroso. Don Juan está, parece, fatigado. La apatía seductora masculina correspondería a "El empuje de una cultura que privilegia lo relacional, la autenticidad, la escucha de sí mismo, la comunicación intimista."[23] Ya Françoise Doltó constataba lo mismo en 1988 en la serie de emisiones de televisión consagradas a los adolescentes: los jóvenes quieren la amistad, la fidelidad y la complicidad más que nada. En esa época, los interlocutores de Dolto estaban impactados por este conformismo del "narcisismo de a dos".[24] Lipovetsky lo confirma: "Los jóvenes aspiran cada vez más temprano a vivir en pareja "instaladas" y fieles". La trasgresión no es más lo que era. Al "desencanto del sexo" por la banalización de la libertad sexual sigue el desmoronamiento del imaginario controversial. Agreguemos a esto la ideología del compañerismo en lugar de la pasión sexual; de lo que resulta un serio debilitamiento de la relación sexual. Como lo dice Françoise Dolto: "el sentido se pierde y los sentidos* no son más aguzados como eran".[25]
De todo esto resulta un "hedonismo moderado", alejado del modelo de fusión de la pasión, que preserva sin embargo, el ideal amoroso. "Los adolescentes mismos no pueden escapar a una referencia, aunque sea leve, al sentimiento y al amor, para velar la desnudez de la pulsión, las jóvenes expresando el deseo que los jóvenes reconocen, expresando con las palabras, lo que ellos sienten".[26] Nada nuevo bajo el sol. Salvo que el sentimiento amoroso viene a hacer "bloqueo* al consumo-mundo".[27]
Así se encuentra controvertida una versión hard e hipermoderna del empuje a gozar contemporáneo para todos. Bajo la vestimenta ilusoria de la libertad sexual, encontraríamos lo invariante de lo sentimental.

Obscenidad de lo sentimental
No se trata entonces de la muerte de la afectividad ni el supermercado del goce en los jóvenes. La permanencia de una disyunción entre el sexo y el sentimiento forma parte de los clichés obligados a los cuales recurre todo observador.
[28] Este binario se sostiene de otro idealizado, ciertamente no perimido, pero en declinación. Constatamos, sino la era del vacío, al menos al fin de la educación sentimental. La ruptura es grande respecto a la trasmisión paterna de los valores en materia de sentimientos.
Este binario, si se confirma, no recubre completamente el clivaje paradigmático del romanticismo para el varón: o sea, el ideal femenino y "el frecuentar asiduamente burdeles".
[29]
Este tema novelesco está destinado a una larga duración, aunque variantes y mutaciones históricas lo jalonen. La historia del primer y del segundo romanticismo francés destaca los avatares del ideal amoroso y del desencanto.[30]
El fantasma del tercero excluido en el tumulto de las pasiones en la juventud, la disputa de las ideas de la época según las generaciones – 1820, 1830, etc. -, acentúan tanto la exaltación conquistadora como la depresión del neurótico.
Podríamos confrontar Le Lys dans la vallée (1836) de Balzac con Volupté (1834) de Sainte-Beuve para no confundir el espíritu de una época con un síntoma obsesivo. Si buscamos el peso del gusto que afecta la esfera sentimental en los jóvenes, se subrayará el momento en el que, en la historia de los sentimientos, la jerarquía de los sentimientos se invierte. Roland Barthes lo describió bien al considerar que la indecencia del sexo ha sido reemplazada por "la obscenidad de lo sentimental".
[31] Lipovetsky no suscribe a esta mutación, lo que no es falso en el plano de lo observable. Retengamos, sin embargo, que Barthes no se refería a la desaparición del sentimiento, sino a la obscenidad de su mediatización. Constataba la extrema soledad del sentimiento amoroso "abandonado por lenguajes próximos", es decir despreciado o burlado por ellos. Una verdadera transmutación de los valores caracteriza históricamente nuestra época: "No es más lo sexual lo que es indecente, es lo sentimental."[32]
La exhibición pública y mediática de la intimidad tomó proporciones aún desconocidas en esta época. No es que el sentimiento amoroso se haya debilitado, pero el amor se ha vuelto obsceno "es por esto precisamente que él pone lo sentimental en el lugar de lo sexual".[33] De esto surge un impasse específico, el obstáculo en los adolescentes que caracteriza la imposible confesión amorosa, particularmente por parte de los varones, no que por el pudor o el ideal viril deban excluirlo, sino porque las palabras no existen más.
El análisis de Roland Barthes es bastante flaubertiano. Consagra la estupidez propia de las palabras de amor. No es por azar que el héroe de Novembre, escrito en 1842 a la edad de veintiún años, es un adolescente que no habla frente a una puta sentimental. Los roles están invertidos. Es ella quien habla, le dice que lo ama, pero él se calla.
En El idiota de la familia
[34], Sartre remarcaba la opacidad de los nombre de La Mujer en el hombre joven, el misterio que constituían para él las palabras: "amante, mujer, adúltera". Esta vacilación del significante frente al enigma del significado deja al joven hombre sin apoyo en una época donde sin embargo el ritual de la pérdida de la virginidad está perfectamente codificado. Frente a la ausencia de una inscripción en lo simbólico, lo indecible del goce de la mujer tiene ya para el joven Flaubert acentos bovaristas: "este misterio de la mujer por fuera del matrimonio, y más mujer aún a causa de eso mismo, me irritaba y me tentaba con el doble atractivo del amor y la riqueza."[35]
El sentimentalismo provinciano es el de los colegiales de la época de Flaubert con relación a la capital: "las últimas expansiones del romanticismo llegan hasta nosotros […] comprimidas por el medio provinciano hacen en nuestros cerebros extrañas efervescencias."[36]
Sartre comenta destacando un desfasaje, una alteración del mensaje, un malentendido que hace que el romanticismo, elaborado en la capital, pero debilitado después, fue vivido con violencia en las Provincias. Veamos si nosotros podemos aplicar estas distorsiones al clivaje ciudad/suburbios de hoy donde el hedonismo moderado no parece ser la regla. Extrañas pasiones se codean allí con los clichés precedentes.

Suburbios bajo castración
Es el momento de precisar que el clivaje ciudad/suburbios se impone como discriminando las costumbres sexuales de los adolescentes.
[37]
Encontramos allí una curiosa mezcla de sexismo arcaico, sentimentalismo obsoleto, impulsos de cortesía y de cinismo obsceno y violento, a veces en los mismos, como si el estallido y los embrollos del sexo provocaran para ellos mismos jerarquías y exclusiones.
El binario del sexo y del sentimiento se halla complicado por los diferentes objetos femeninos que discriminan hoy los jóvenes de los suburbios: una pluralización que corresponde a varias funciones tanto de iniciación como de consumación. El objeto encuentra su lugar en una jerarquía entre los dos. Se distinguirá a las vírgenes y las otras, y entre estas últimas las cerdas, las perras, las puercas (las grandes y las pequeñas), las viciosas.
[38] Al lado de esto, está el flirt.
La historia "del flirt", particularmente en los adolescentes, muestra la persistencia de su independencia con relación a la sexualidad, su autonomía con relación al placer preliminar. "Menos del 15% de los adolescentes hacen las primeras caricias a la persona que ha sido el partenaire de su primer beso, y un porcentaje más débil aún practica el coito con esta persona. La apuesta del flirt no es pues en lo inmediato el acceso a relaciones genitales, sobretodo para los adolescentes".
[39]
El psicosociólogo está perturbado por la importancia que le dan los jóvenes de las ciudades a la clasificación de las jóvenes "en un contexto histórico en que las jóvenes generaciones borraron los límites sobre los que se fundaban las prohibiciones e interdicciones". Los códigos sexuales parecen hipersocializados, empujando a los jóvenes a buscar contactos en el exterior. Se conserva entonces el binario: permanencia y revolución.
Volvamos a la pretendida apatía, esta está contrabalanceada por afectos y comportamientos más inquietantes tales como la droga y el alcoholismo de los jóvenes, sobre todo cuando su rol es establecido en los pasajes al acto suicidas, la violencia y los maltratos sexuales. Cinismo y sadismo cautivan hoy a jóvenes verdugos de quince años. Difícil de inscribir los virajes en el hiperconsumo. La indiferencia a la gravedad de la violación no proviene ciertamente de las teorías sexuales infantiles. Las jóvenes, pareciera, se comprometen en lo mismo, sumergidas en la envidia, los celos, el odio al alter ego y llegan hasta torturar a sus vecinas. Es probable que lo que resulta de la fiesta no alcanza para la catarsis del plus de gozar; estos desbordes son sin ley.
En contraste con la pareja unisex, hay observadores que ponen ahora en evidencia asimetrías que, en su gran mayoría, no son a favor de los varones, especialmente "menos educados".
[40] A uno le gustaría tener datos como Durkheim sobre el grado de celos en unos y otros. Parece que los roles se han invertido a este respecto: los varones enamorados "son confrontados a situaciones que eran típicamente las que se imponía a las mujeres: ser abandonados un poco brutalmente o ser ‘compartidos’."
Este cambio de las costumbres pone a los varones en una situación inestable, se vuelven celosos como tigres. Aún más en la medida que el discurso femenino los lleva a esto. O el macho se resiste o se civiliza. Hay estadísticas sobre este tema. En los varones, se cree saber, "el amor que era enunciado como el motivo de las relaciones sexuales en el 40% de los casos en 1970, lo es cerca del 65% de los casos en 1990."
[41] ¿Habrán sido escuchadas las jóvenes?
Apreciaremos las declaraciones de una jovencita de un monoblock: "en general, lo que ellos (los hombres) quieren, es que estemos por debajo, vamos. No quieren que seamos iguales".
[42]
Un film interesante, L’esquive de Abdellatif Kechiche, describe admirablemente el contraste entre la performance del sentimiento amoroso y la ausencia de todo discurso en el cual inscribirse. Donde la acción se sitúa, la retórica romántica no corre por las calles. El drama es que, por una parte, la misma sobrevive en los libros, y que por otra parte, no es reemplazada por nada.
Jóvenes musulmanes escolarizados son enrolados por un maestro en un grupo de teatro. Actúan una obra de Marivaux. Las jóvenes no se desenvuelven mal, una de entre ellas, especialmente, exagera su coquetería con un talento natural mezclándolo con la retórica más aguda del hablar suburbano. El defasaje es perfecto: una verdadera coqueta de suburbio se desdobla y hace semblante de coquetería en los juegos del amor y del azar sin comprender bien lo que ella dice. Un joven adolescente perdidamente enamorado de ella, poco locuaz, cree deber tomar el lugar que ocupa su rival en la escena de teatro y recitar su papel a la bella. Finalmente logra ocuparlo, desplaza al rival, salvo que él no comprende una sola palabra de la declaración de amor que lee con una dicción imposible y olvidando la mitad del texto. Después de su mal papel, se queda mudo, es trágico. Es poco decir que las palabras le faltan. La lengua del amor le es desconocida, él solo sabe que la misma existe en el Otro. El joven llega solamente a convencerse de la necesidad de la palabra de amor en iguales circunstancias y de la impotencia que surge de la imposibilidad de decir. Lo más fuerte no es el defasaje entre su hablar al revés (verlan)
[43] y Marivaux porque, en ningún momento, el joven hombre es cómico; lo trágico reside en la certidumbre que tiene este último de ser desposeído del decir que hace falta en la ocasión.
Los especialistas confiesan el divorcio que existe entre las demandas afectivas de los dos sexos en la adolescencia. Si a esto agregamos que los jóvenes de los suburbios "están cerrados a interrogarse sobre su vida afectiva"
[44], podemos entonces considerar que la vida sexual de los jóvenes de los suburbios cristaliza la mayoría de la cuestiones sobre los adolescentes en la actualidad.
Es lo que confirman los diversos hechos cuando ponen en evidencia la emancipación de las jóvenes confrontadas a la protesta viril.


Serge Cottet es psicoanalista, AME de la ECF (Ecole de la Cause Freudienne), y de la AMP (Asociación Mundial de Psicoanálisis).Traducción: María Inés Negri

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